Pues como viene siendo habitual un par de veces al mes,
consigo arrastrar a alguien conmigo (ese alguien ya sabe quién es) a el barrio
chino de mi ciudad para hacer la “otra compra” o como cariñosamente decimos,
vamos a comprar a “chinodona” (entiéndase como la suma de chino+mercadona*)
espero que nadie se sienta ofendido por ese comentario, ya que lejos de ser esa
su intención, me quiero referir a que los locales de alimentación asiática que
frecuento lejos de ser pequeñas tiendas de barrio, son verdaderos supermercados
extremadamente bien provisionados de todo lo que puedas imaginar (en lo que a productos
asiáticos se refiere) y al menos en mi experiencia, están siempre bien
dispuestos a ayudarte en tu búsqueda de este o aquel producto que no
encuentres. Y es en este punto en el que quiero reflexionar, porque por
muy amable que sea el señor del súper, la barrera del idioma siempre está
presente, cierto es que hay veces que me atienden en perfecto castellano y otras
en la que tanto por mi parte como por la de ellos, la conversación… digamos…
que no fluye como debería. Por ese motivo me gustaría dejar algunos consejos
que pueden resultar útiles en dichas situaciones:
1º ¡Aprenderos o
investigad el nombre del producto en Chino! … parece lógico, a que sí, pero no siempre
será fácil de averiguar y os podéis encontrar que no existe, como por ejemplo
hace unos días atrás no había forma de localizar las ciruelas encurtidas (umeboshi)
por ningún sitio, tras unos 10 minutos de búsqueda y abrumada ya por tanto
producto exótico e intentando recordar el Kanji (escritura japonesa) para ciruela,
decidí molestar al buen señor que estaba ordenando la mercadería justo al lado
mío, “hola, disculpa, tenéis umeboshi“ ,ni que decir tiene que le cambió la
cara, seguramente debió pensar “¿pero que me está pidiendo este demonio
occidental?“ …es broma... muy amablemente intento averiguar qué era lo que
estaba buscando, lo cual me lleva al punto numero :
2º! Refiere siempre la materia prima! Vamos a ver, si por
ejemplo, estas buscando un producto procesado, como yo con las Umeboshi, no te
obstines en el nombre del producto y pide la materia prima, es decir, ciruelas
es este caso. Tan pronto como le dije, “ciruelas”, al amable señor, enseguida
localizó lo que estaba buscando, lo mismo sucedió con el aburaage, no hubo nada
que hacer hasta que dije las palabras “tofu frito”, ni que decir que aunque
pudierais encontrar los productos sin ayuda de nadie es vital que sepáis de que
están hechos y como se producen.
3º ¡La galería de imágenes
de tu móvil te salvara la vida! Si todo lo demás falla, que ya es mucho fallar,
existe algo que no da lugar a confusiones lingüísticas; una foto. Antes de ir a
vuestro no tan lejano oriente particular, googlear por imágenes vuestros ingredientes
y guardar la foto en el móvil, no falla.
4º Buscad…, pues si,
la mayoría de veces que pregunto (ya casi no lo hago) lo que tanto me costaba
encontrar estaba delante de mis narices (situación vergonzosa donde las haya) de
todas formas, si hacéis caso del consejo numero 3, esto último no os tendría
que pasar, ya que con suerte reconoceréis el packgign del producto de vuestra búsqueda
en google.
Nada más que añadir, si extraigo algún otro consejo o verdad
universal, de mis continuas visitas al barrio chino de mi ciudad, lo hare
saber.
*cadena de supermercados muy popular en España
Si tenéis alguna duda, queréis que intente alguna receta (por
difícil que esta sea) u os gustaría leer más artículos de este estilo, no lo dudéis,
escribid en comentarios y si queréis recibir un aviso cada vez que publique
algo nuevo, no olvidéis hacer click “en participar en este sitio”.
Gracias por vuestras visitas.